Le sigo desde sus comienzos, pero nuestro trato es más reciente. Con naturalidad, cercanía, ausencia de vanidad y mucho sentido del humor ha sabido conquistarme. Ya no es aquel joven que lucía torso en la pantalla. Ahora es ya un chico maduro al que le sigue sorprendiendo que su físico sea motivo de titulares en las revistas de cine y que su vida personal siga siendo objeto de curiosidad pública. En su fuero interno sigue siendo un ingenuo. Y, eso sí, muy gallego. Cuando leais sus respuesta a nuestro cuestionario comprenderéis porque se ha convertido en una de mis debilidades.
http://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2017/07/24/596c7da8e5fdea430d8b463f.html