JUAN AVELLANEDA

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Cuántas veces nos preguntamos qué es el glamour, la clase, el estilo. No siempre encontramos la respuesta apropiada, pero siempre acabamos llegando a la conclusión que es algo innato, que no se aprende, que se lleva, que nace con uno. Ver aparecer a Juan Avellaneda e imaginar cómo disfruta de la vida desde ese 1,91 de estatura, me reafirma que se lleva en los genes. Es educado, sonríe con facilidad y se muestra accesible a medida que avanza la conversación y toma confianza. Posiblemente los entendidos en el mundo fashion tienen razón y sus diseños son el fiel reflejo de su personalidad.

-¿Cómo aterriza un chico como tú en el mundo de la moda?

“Siempre he tenido relación y trabajado con varias firmas de lujo, en todo lo relacionado con accesorios, ropa masculina y demás, pero siempre como marca blanca. Yo diseñaba para ellos y le ponían la firma que tocaba, ya que colaboraban con varios grupos. Sin embargo, tenía en mi cabeza la posibilidad de hacer algo propio. Sabía que era más fácil seguir como lo estaba haciendo, porque  este mundo del diseño siempre ha sido muy competitivo, pero decidí probar”.

-Y te convertiste en empresario y autónomo..

“Exáctamente! Hice una primera colección tipo cápsula, la presenté en Santa Eulalia,  en Yusty ¡y la compraron! Fue una sorpresa enorme porque eran firmas muy destacadas y era extraño que aceptaran algo de forma tan rápida. La colección se vendió muy bien y eso me animó a probar en la realización de una segunda pero, esta vez, ya total look, una colección primavera/verano”.

_¿Cómo se siente uno siendo su propio jefe y no recibiendo ordenes de nadie?

(risas) “La verdad que muy bien porque tienes la libertad de tomar las decisiones que crees correctas. Es verdad que tengo un equipo en el que me apoyo, ayudo y confío no solo en la oficina, sino también fuera de ella. Tengo muy claro que te tienes que rodear de los mejores en cada campo, por eso tengo conmigo a los que considero mejores en estilismo, fotografía y se han convertido en grandes asesores”.

-¿Sabes delegar?

“Me cuesta un poco, esa es la verdad. Ocurre mucho esto en el campo del diseño. Yo comento con ellos cómo queremos hacer una prenda pero, el toque final, es inevitable que lo acabe danto yo. Es responsabilidad mía el que esos pequeños detalles, que hacen marcar la diferencia, sean perfectos”.

-¿Alguna vez te has arrepentido de haber “volado por libre”?

“Nunca, nunca, nunca. He tenido mis traspiés, momentos duros iniciales, pero jamás me hicieron replantearme dar marcha atrás o dejarlo todo. No hay duda que, a veces, he pensado que estaba loco por asumir todo lo que tenía encima, sobre todo cuando empecé a ver las campañas de grandes firmas y los presupuestos que manejaban, que nada tenían que ver con lo mío.. pero este mundo es de los que arriesgan”.

-¿Por qué el diseño del hombre?

“Porque yo creo que es el gran olvidado. Las mujeres teneis muchas opciones, mil estilos y habéis vivido una evolución estilística muy importante. El hombre, sin embargo, se ha quedado encorsetado en un tipo de moda y, de ahí, le cuesta mucho evolucionar. Para mí el reto estaba en cómo girar todo y hacer a un hombre contemporáneo. Tenemos el hombre clásico, por un lado, y el que sigue la moda desestructurada, por otro. En el medio está el que yo quiero vestir: contemporáneo, sensible, que reutiliza prendas clásicas pero que les da una vuelta, que utiliza los colores que no son solamente el navy. Yo quiero cubrir ese hueco que hay en medio, vistiendo a un estilo de hombre con el que yo me siento identificado”.

-En la época en la que la gente apuesta por la moda low cost ¿no es una locura dedicarse a la high cost?

“Es locura yes también reto. Mi lujo está en los materiales que utilizo, no represento el lujo que la gente entiende como tal. Hacerlo así es un dificultad añadida, pero también hay mucho cliente que lo busca. En la vida, al final, todos nos guiamos por el tacto, por la mirada. En la moda también. No es lo mismo tocar una prensa de una firma low cost que otra que está hecha de un cashmere fabuloso”.

-¿Cómo es el “chico Avellaneda”?

“Es un hombre masculina, con una sensibilidad tanto social como estética, sensible por la moda, un hombre que viaja, con la mente abierta, que le gustan los buenos materiales y los diseños que le dan una vuelta a todo”.

-Tengo la sensación de que tu moda no es para gente con sentido del ridículo..

“La verdad es que no y hay mucha gente retraída, en ese sentido, en España. Soy consciente que, en mis colecciones, hay prendas que a la gente le cuesta vestir. El problema no es que la gente no vista algo porque no es atrevida. No lo hacen porque temen “el qué dirán”. En mi clientela hay gente un poco más clásica y otra más atrevida. Al final, todas engloban un mismo tipo de look. La campaña, que está ahora en tiendas, inspirada en Alain Delon y Dalí, tiene algunos diseños que solo pueden vestir aquellos que tengan un poco de valentía”.

-¿Es necesario un ambiente especial para que llegue la inspiración?

“Para inspirarme no, pero sí me traslado mentalmente algún ambiente. Mis colecciones, si es verdad, que están inspiradas, de forma muy camuflada, en algún elemento asiático. Y siempre hay mucha, mucha inspiración en el mundo mediterráneo como cultura y estilo de vida. Intento huir de lo clásico, pero sabiendo que tengo que poner en las prendas una serie de elementos clásicos.. pero con un giro”.

-¿Cuál sería tu fondo de armario imprescindible?

“Pantalón blanco o navy y camisa blanca, con el ribeteado marca de la casa, que lo he incluido desde la primera colección. Es una manera de incidir en pequeños detalles. También una blazzer con algún pequeño giro que la haga especial. Son tres prendas imprescindibles en el armario de un hombre”.

-¿Cómo se consigue innovar en la moda masculina?

“Yo creo que siendo fiel a las intuiciones y a lo que quieres transmitir. Cuando ves una silueta, sabes lo que le quedaría bien y lo que no, qué le pondrías a un cliente y lo que nunca se te ocurriría. A veces nos frenamos a nosotros mismos, pensando que esto o lo otro no es comercial, o no es masculino. Tenemos que pasar un poco de todo eso y guiarte por lo que tu instinto te dicta”.

Y nos quedamos largo rato charlando sobre “lo divino y lo humano”, siguiendo ese instinto. Hicimos un repaso al mundo de los bloggers de moda, las it girls y los desvaríos que generan ciertos artículos. Quedamos en celebrar “algo” cuando el tiempo nos acabe dando la razón. Es posible que la cuenta atrás ya haya comenzado..

 

Entrevista——- Amalia Enríquez

Fotos———— Brian Hallett

Localización— Monument Hotel 5GL Barcelona

Coordinación—Gablons comunicación

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